LA ENVIDIA ENTRE LOS DISCÍPULOS: ¿que te importa a ti, tu sígueme?

La envidia según una definición académica dice: es una tristeza airada o disgusto por el bien ajeno o por el cariño o estimación de que otros disfrutan. Al parecer esto tiene que ver por lo menos entre dos personas. Entre uno y
otro.
Las relaciones entre las personas. Situación que le interesa a Dios, porque se trata de nuestras relaciones entre uno y otro. Se supone que cuando decidimos seguir a Cristo, es decir "convertirnos" en sus discípulos estos sentimientos o actitudes de ENVIDIA no deberian convivir entre los discípulos de Cristo. Pero esto no es así, lamentablemente.

"Por qué el sí y yo no", "por qué él/ella tiene lo que no tuve cuando joven", son expresiones de envidia aún entre alguna gente cristiana, menos mal no todos. La envidia entre el liderazgo, o hermanos crea un ambiente oscuro, como lo quisiera el "enemigo". Ante esto Jesús fue muy claro cuando Pedro le pregunta a Jesús sobre el "discípulo amado": "Al volverse, Pedro vio que detrás venía el discípulo a quien Jesús quería mucho, el mismo que en la cena había estado a su lado y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va atraicionar?"Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: –Señor, y a este, ¿qué le va a pasar? Jesús le contestó: Si quiero que él permanezca hasta que yo vuelva, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme" (Juan 21:20-22 DHH).

¿Que te importa a ti?, tú sigueme. Jesús nos invita a seguirle, no perder el objetivo de nuestra misión. El objetivo de la vida centrada en él y sus enseñanzas. Si nos detenemos a mirar a nuestro hermano sea solo para alentarlo a seguir adelante, antes de rebajarlo, humillarlo o sacarlo del camino porque DESTACA MAS QUE TU. La tendencia del sentir envidia, es tratar de deshacerse de la persona que aparentemente triunfa mas que uno. Pensar mal de esa persona y humillarlo delante de todos.

En la envidia la persona se siente satisfecha con ver a la otra persona fracasada, derrotada sin nada.Es necesario seguir la linea de pensamiento y corazón de Cristo, totalmente contrario a esto. El no quiere que no nos detengamos a sentir envidia por los demás. Al final hace perder el sentido de nuestra propia vida. Nos causa daño porque nuestros corazones se acumulan de preocupaciones, rencores, etc.
Hay mucho talento a tu alrededor reconocelo, todos somos parte del cuerpo de Cristo, recuerda que él tiene la facultad de decidir quien se va y quien no de su cuerpo(la iglesia). Si tu te animas a participar en una congregación, mantén el espíritu del Señor para que SU IGLESIA camine según él.

Y si tu ya estas en una congregación promueve un ambiente sin envidia, sin sancadillas entre todos, sin vetar a nadie, deja que surjan más liderazgos en todos los niveles; el Señor los necesita. Si en tu familia eres el hermano mayor y tienes un hermano menor que aparentemente recibe más atención de los padres, no abrigues envidia sino muestrale lo mejor que eres a tus hermanos y padres. Ellos te querran más.


Paulo Llanco
Pastor