Se dice que la familia es el centro de la sociedad. Mucho se habla de la importancia de mantener este núcleo de la sociedad, pero poco se hace para promover familias bien consolidadas.
La Palabra de Dios siempre tiene un consejo sano y duradero para toda familia y en especial para aquellos que quieren formar una familia.
La Iglesia ha programado una serie de charlas bíblicas para los padres de familia. Más allá de los consejos matrimoniales creemos que cada Padre de familia puede llegar a conocer y experimentar el amor de Cristo en sus propia vida y dejar que Dios cambie su familia.
Muchos hogares ya tienen a Cristo en su corazón, ahora caminan con él. No debemos parar de seguir orientando a las familias en este sentido de experimentar el amor de Dios en sus vidas.
Paulo LLanco
Pastor
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